Fundado en Estocolmo en 2002, el TAF Studio está dirigido por Gabriella Lenke y Mattias Ståhlbom. La pareja son diseñadores de interiores y diseñadores conceptuales de productos, y crearon la estantería Museum NM&.045 y la mesa lateral Museum Sidetable para String Furniture.
Gabriella Lenke y Mattias Ståhlbom son librepensadores. En su trabajo con interiores y con el diseño de productos, ponen en tela de juicio continuamente las definiciones tradicionales.
Cuando les pedimos que describan el trabajo de TAF Studio, hablan de «diseño espacial». Es una buena descripción del enfoque adoptado por el estudio de cara a los proyectos.
«El pensamiento espacial y los productos se fertilizan mutuamente», afirma Gabriella.
A modo de ejemplo, menciona la Museum NM&.045 – la estantería diseñada por TAF Studio para el Museo Nacional de Suecia en Estocolmo, producido y vendido por String Furniture.
«El Museo Nacional se sometió a una metamorfosis monumental antes de su reapertura en 2018», afirma Mattias. «En colaboración con otras cuatro agencias, conseguimos el encargo de diseñar el interior del restaurante del museo y su cafetería contigua».
Crearon nuevos diseños para cada parte del interior. Además, querían que todo estuviese fabricado en Suecia o Escandinavia. El resultado no fue solo un nuevo interior, sino también una gama de nuevos productos, cada uno de ellos fabricado para un propósito específico.
Uno de los requisitos del museo era que el interior tuviera espacio para objetos pequeños selectos de la colección. El resultado fue un estante de pared llamado NM&.045 que posteriormente llevaría a producción String Furniture. Además de ser bonito y fácil de colocar gracias a su sujeción oculta, su delicada construcción en aluminio y acero hace que el estante sea excepcionalmente resistente.
«El estante tenía que servir para colocar de todo, desde jarrones hasta figuras y esculturas», afirma Gabriella. «Queríamos crear la sensación de que la pared del museo se abre hacia ti, como la palma de una mano que presenta el arte».
Como todas las buenas ideas, si echamos la vista atrás, el razonamiento parece natural. Pero ¿cómo se concibió?
«Era fundamental que el estante funcionara como un apoyo discreto al arte. Aun así, queríamos darle una identidad inconfundible».